A pesar de las penalidades que tuvo que soportar el millar de participantes en la decimotercera edición de la Travesía Valle de Ezcaray-Memorial Javi Valgañón, la impresión generalizada entre todos ellos, tanto los que completaron el recorrido en 3 horas y 8 minutos, como los que emplearon 10 horas y 20 minutos, fue muy positiva. Ello porque, como tiene por costumbre la organización, la Asociación Amigos de Ezcaray, el diseño de la caminata fue trazado por parajes en su mayoría no pateados en ocasiones anteriores.Todo comenzó, tal y como estaba previsto, a las 8 de la mañana, con la salida desde la Plaza Conde de Torremúzquiz. Desde allí, el millar de senderistas puso rumbo al Camino Herradura hasta desviarse en dirección a la aldea de Zaldierna (886 metros). En esa localidad arrancaba la zona más penosa del trazado. No en vano, allí daba comienzo la subida hasta el pico más alto de toda La Rioja, el San Lorenzo (2.272 metros de altitud), donde estaba ubicad la Cima Carmelo Díez.
A pesar del día tan soleado, los participantes, tal y como confesaban, tuvieron la suerte de poder hacer la enorme subida protegidos por algunas brumas altas y una ligera brisa que «nos ha hecho menos dura la subida», aunque todos reconocían que esa parte había sido la más exigente.
También consideraron una zona bastante difícil la bajada de la vaguada por el vallejo que forma el arroyo Santamaría, con un firme pedregoso y sumamente húmedo «que obligaba a caminar muy concentrado en lo que se hacía», señalaron. A favor de este tramo, situado relativamente cerca de la llegada y poco antes de la última subida del trazado, la gratificante frescura proporcionada por el hayedo que puebla el paraje, precisamente en un momento de la jornada en el que el sol lucía en todo su esplendor.Por lo demás, ningún incidente serio que lamentar a lo largo de los 33 kilómetros, y generalizadas loas a la organización, con la que colaboraron las fuerzas de la Guardia Civil, Protección Civil y El Correo, entre otros. (Fuente: El correo digital).
